Revista Presente – Empresas Responsables

"A Ezequiel Bardás, Gerente General de Xerox Argentina, le gusta hablar de una cultura corporativa de responsabilidad social más que de un plan de acciones aisladas, porque considera que su equipo asume un compromiso personal en el que prima el hacer."

Buenos Aires, Agosto de 2014 – Xerox Argentina
De origen estadounidense, tiene plantas de producción distribuidas por varios continentes, opera en más de 180 países y posee un equipo de 140 mil personas, dando claras muestras de que es una compañía global. En mayo de 2014, Xerox cumplió 47 años en la Argentina, un gran logro que para una multinacional significa permanecer y seguir creciendo en un país complicado en cuanto a los vaivenes socioeconómicos. Desde hace tres años, con la ampliación del área de servicios, suman 3000 empleados entre las oficinas de Córdoba y Buenos Aires. Si bien es cierto que la compañía está identificada en el inconsciente colectivo como una firma que fabrica y comercializa máquinas fotocopiadoras, en la actualidad, Xerox sigue importando máquinas pero ha sumado una amplia variedad de servicios que exporta a Latinoamérica y el mundo.Está revolucionando el mercado con una nueva tinta sólida que no requiere cartucho, un logro tan simple que no se le ocurrió a nadie antes. Xerox es tecnología, en su ADN está la innovación; incluso ahora que el papel es mal visto, en lugar de quedar presa de su pasado, se ha convertido en referente de la implementación de procesos de digitalización de archivos. Ezequiel Bardás tiene 42 años, es Licenciado en Comercialización y Gerente General de la compañía en la Argentina. Con un mensaje conciso, ilustra el compromiso de Xerox y la implicancia de sus empleados en cada proyecto social; da el ejemplo de la Argentina, pero lo extiende a todo el grupo de filiales, como quien pinta su aldea para pintar el mundo.

¿Cómo fue tu llegada a Xerox?
Fue muy interesante. Yo tenía un amigo que trabajaba acá y me comentó que existía una búsqueda puntual para el área de Control de Gestión de una Dirección Comercial. Durante las entrevistas de rigor, debí resolver una prueba en la que se utilizaba una planilla de Excel. Como no era un experto en el tema, no pude terminar el ejercicio y quedé afuera. Pero al poco tiempo, me llamaron para preguntarme cómo había hecho algunos cálculos matemáticos del ejercicio, porque no estaban referenciados en la planilla. Les comenté que, como desconocía la herramienta, los había hecho a la vieja usanza del colegio, mentalmente. A raíz de mi respuesta, decidieron tomarme y darme una oportunidad, porque consideraron que yo había demostrado con aquella actitud tener ganas de trabajar. Soy taurino [comenta sonriendo], cuando me pongo algo en la cabeza, voy para adelante.

¿Tenías experiencia previa en algún otro trabajo?
Cuando terminé el Secundario, mi familia me dijo: “Hasta acá llegó nuestro aporte, lo que decidas estudiar te lo vas a financiar vos”. Eso me sirvió, porque corté rápido con el cordón y empecé a trabajar en McDonald´s, en el local de San Isidro, uno de los primeros que había abierto la cadena en la Argentina. Luego de esa primera experiencia, tuve otros trabajos variados y me incorporé a La Buenos Aires Seguros. De allí, pasé a Xerox.

Siendo un líder joven, ¿cómo proyectás tu imagen o fuerza de mando?
Creo que uno no puede definirse como líder, se es líder cuando el resto lo valida. En ese sentido, lo fundamental es ser como uno es, tener humildad, trabajar con empeño, predicar con el ejemplo, no pedirles a los demás cosas que uno no haría, respetar mucho los principios y los valores. Mi familia me educó así. Al final del camino, cuando piense qué dejé atrás, va a ser importante dejar esos valores, porque significará haber colaborado en la formación de la gente, con honestidad, generosidad y compañerismo. Esos son mis pilares, trabajo mucho con el contacto, me siento cómodo recorriendo la oficina, hablando, conociendo a mi equipo. Ese contacto me nutre y espero poder dejarle a la gente una posibilidad real de progreso personal y profesional. No hay secretos en esto.

¿De qué manera llevás al plano fáctico esta afirmación?
En lo cotidiano, mantengo reuniones uno a uno y round tables [mesas redondas]. También hacemos trimestralmente una reunión de Comunicaciones a nivel general. Por ejemplo, ayer tuve una round table con gente nueva en la que me destacaron la cultura de Xerox, haciendo referencia a que la compañía es como una familia. Parece un poco naif, pero hace 18 años que estoy en la empresa y yo tengo la misma percepción. Acá no existe ese halo de agresividad profesional o competitividad que en ocasiones se da en las grandes empresas. Trabajamos mucho para que no se pierda la cultura interna de la compañía, resulta clave que la gente pueda hacer carrera y superarse. Hay personas dentro del equipo que están hace 30 o 35 años en Xerox, eso significa que la compañía hizo algo bien, porque esas personas pudieron desarrollar su carrera acá, se sienten a gusto. Bueno, parte de mi trabajo es brindarle tiempo a cada uno de ellos, escucharlos y entenderlos. Como toda compañía tecnológica, estamos en constante cambio y la gente debe “aggiornarse”, y eso se trabaja con entrenamiento y cultura de responsabilidad social.

Xerox es una compañía identificada claramente con las fotocopiadoras y, por ende, con el uso del papel, una costumbre que en la actualidad está mal vista desde la sustentabilidad. Pero según nos contabas, la oferta de servicios de la firma ha virado hacia la optimización de procesos y recursos, ¿podrías explicarnos esto?
En el ADN de Xerox está la innovación, con lo cual nuestro negocio de la tecnología viene de la innovación, ese es nuestro puntapié inicial; y a través de nuestros cinco centros de investigación que tenemos alrededor del mundo seguimos desarrollando tecnología, pero a su vez, la empresa hace tres años decidió comprar otra empresa prestataria de servicios, muchos de los cuales tienen que ver con servicios tercerizados de áreas no claves para la compañía, y en lo que trabajamos nosotros es justamente en el negocio de ayudar a nuestros clientes a focalizarse en sus respectivos negocios. Esto se traduce en generar procesos internos de comunicación más eficientes, a través de los documentos, tanto impresos como digitales. Así, por ejemplo, si existiese un proceso de ingreso de órdenes, hacemos que este fluya lo más rápido posible, fomentando comunicaciones eficientes con nuestros clientes, pudiendo llegar en tiempo y en forma. Hoy nuestra tecnología les permite llegar de manera personalizada, uno a uno, a cada persona. La comunicación es tan amplia que uno está bombardeado constantemente por la radio, por la TV, por Internet, por el teléfono, por los mensajes de texto. Esto provoca que las personas nos formemos una suerte de coraza; y la manera de romperla es llegar con información de utilidad, y para que sea útil tiene que ser personalizada, entonces nuestra tecnología propicia eso. Yo te envío un men
saje a vos sobre lo que sabemos que te interesa. Porque vivís en tal zona, mandás a tus hijos a tal colegio, te movés en cierto círculo social, entonces bajo ese perfil te comunico lo que vos necesitás. Esa comunicación puede llegar a través de un papel o en formato digital, o a través de un video o de una página personalizada. Entonces trabajamos en cómo hacer más eficiente la comunicación interna y externa de nuestros clientes.

¿Cómo se vinculan estas nuevas tecnologías con la responsabilidad social empresarial?
Te diría que lo primero que me gustaría definir es que nosotros trabajamos sobre una cultura corporativa de responsabilidad social, porque se puede hablar de un programa específico, pero muchas veces, en esos casos, se vive como una acción aislada; por el contrario, cuando nos referimos a una conciencia global intrínseca en la filosofía corporativa de una compañía, como es nuestro caso, es algo más integral en la que se trabaja sobre la conciencia de los empleados, inculcando o fomentando una manera de vivir la responsabilidad social. Ahora bien, contamos con cuatro pilares sobre los que trabajamos puntualmente: el primero está relacionado con el uso eficiente de la energía, nosotros tenemos todo un programa de Energy Star, que es básicamente que nuestros equipos reduzcan la utilización de energía, a través de un menor consumo y de una función de reposo cuando no se los está usando. El segundo tiene que ver con un programa de reciclado de cartuchos de tóner, en el que recolectamos todas las carcasas y las reciclamos de manera ecológica. Pero la noticia relevante en este aspecto llega a través de la innovación tecnológica: Xerox ha desarrollado una tinta sólida que reemplaza al tóner, a la carcasa y se consume en su totalidad, es 100% ecológica y no es tóxica. Este es el final de la carcasa como se conoce hasta ahora. Entonces ya no habrá más recolección de cartuchos. Se reducirá en un 90% la generación de desperdicios. Es una idea sencilla, pero a alguien se le tenía que ocurrir, y fue a Xerox. También estamos trabajando con un programa que se llama Paper Less [menos papel], en el que atacamos el consumo del papel desde diferentes ópticas: programando nuestros equipos para que por default impriman las dos carillas de una hoja, usándolo al 100%, evitando las páginas en blanco impresas de un solo lado. También, eliminando los documentos que se encuentren en la cola de impresión después de un tiempo determinado, para que no sean impresos por error de manera innecesaria.

Y luego, estamos trabajando sobre ciertos procesos que tienen las compañías que no requieren impresión de papel, como la generación de legajos de clientes que pueden ser digitalizados. Xerox tiene un software en sus equipos que digitaliza cada documento, reconociendo determinados parámetros de cada uno (formato, diseño, etc). A través de ese reconocimiento, el equipo detecta si el documento debe ser digitalizado para su archivo y posterior consulta. Con esto, lo que estamos diciendo es: “Señores, no es necesario imprimir todo, el dispositivo que tienen lo pueden utilizar en un formato digital sin tener que imprimir, ahorrándose costo en el proceso. Las cláusulas cambian, los productos también, y ¿qué pasa con todo el papel gastado en formularios? Se termina tirando. Ese papel se imprimió, se usó tinta, se guardó, se utilizó espacio y ya no sirve. Entonces, es momento de imprimir solo bajo demanda. Para lo cual se necesita buena calidad, que el equipo sea confiable, y allí también seguimos brindando un servicio de calidad.

¿Cuál es el perfil de cliente que contrata este tipo de servicios?
Ante la imposibilidad de llegar de manera directa a todo el mercado, nos enfocamos en los 50 grupos empresarios más grandes de la Argentina, porque es en ellos en quienes podemos relevar distintas áreas y procesos. Luego también trabajamos con una red de socios estratégicos de Xerox a los cuales entrenamos, porque intentamos transmitirles nuestra estrategia y cultura corporativa.

¿Cuán largos son esos procesos de auditoría?
Llevan su tiempo; pensá que en la mayoría de los casos, nuestro cliente focaliza sus esfuerzos en la venta, por lo cual descuida sus propios procesos internos, y es allí cuando nosotros podemos mostrarles cómo innovarlos y mejorarlos a través de dispositivos tecnológicos.

Hasta aquí, la faceta responsable de Xerox de cara a la sustentabilidad y a sus propios clientes. ¿Cómo enfocan el tema comunitario o social?
El tema comunitario tiene que ver con cómo Xerox, a través de sus empleados, ayuda a la sociedad. En este sentido, estamos llevando adelante un programa junto a la fundación Caminando Juntos (United Way), llamado Invertir Vale la Pena, en el que traemos chicos de diversos colegios estatales y los ayudamos en la inserción laboral, brindándoles charlas que les permitan orientar y desarrollar sus carreras. Generalmente, los chicos que se anotan en la universidad lo hacen sin saber bien en qué consiste el trabajo puntual de tal o cual profesión. Entonces, acá les damos una dosis de realismo sobre lo que es marketing, sistemas, finanzas, entre otros. También estamos focalizados en el armado de kits escolares para las distintas escuelas para “la vuelta al cole”. Algo que yo noté a partir de todo este desarrollo de la parte social es que se convirtió en un beneficio no tangible para los empleados, porque los hace sentirse realizados desde otro lugar, es decir, la empresa me ayudó a hacerle bien a alguien, algo que tal vez, en la dinámica y en la rutina, no hubiera hecho nunca. Eso es un beneficio, si yo puedo sentarme delante de 20 chicos y ayudarlos a que el día de mañana elijan mejor una profesión, me siento realizado desde otro lugar. Otro proyecto que llevamos adelante es el armado de las cajas de Navidad, que no es solo poner arroz, yerba, azúcar, sino también cartas con mensajes escritos de puño y letra por los empleados.

¿Cuándo comenzaron en la Argentina con este tipo de acciones puntuales?
Lo ordenamos a través de la fundación a partir de 2013, pero ya lo veníamos haciendo. Eso significó que ganáramos el premio de United Way a la Empresa Revelación. Fue un año de muchos reconocimientos. A nivel interno, en Xerox hay un concurso que se hace alrededor de todo el mundo, en el que se presentan entre uno o dos programas sociales que se llevaron adelante, y cada trimestre hay un ganador. Competimos con filiales de 180 países y fuimos los ganadores del último trimestre de 2013. No es solo un reconocimiento, además significa que nos envían el dinero para seguir invirtiendo en acciones de este tipo. Lo verdaderamente importante aquí es que el personal se involucra, hay un programa donde los empleados proponen cosas, luego se selecciona una y todos ayudamos a que se concrete. Algunos están yendo a distintos colegios y centros maternales a cuidar a los nenes para que las madres puedan capacitarse e insertarse en el mercado laboral. De hecho, una de las cosas por las cuales ganamos ese premio interno del que te hablaba antes fue que mandamos dos videos hechos por nuestra propia gente contando cómo se sentían participando del programa.

Pude ver en el comedor un
as bandejas con frutas, ¿eso forma parte de alguna movida saludable en la que la empresa participa?
Sí. Lo que viste fueron unas canastas de frutas que ponemos todos los viernes para que los empleados puedan servirse libremente. Buscamos mejorar continuamente las instalaciones para propiciar espacios agradables y sanos para ellos, tanto en el comedor como en las oficinas. No tenemos un showroom, por lo cual nuestro sitio de trabajo debe reflejar la filosofía saludable de la empresa. En esa línea, una vez por mes vienen especialistas a controlarnos la presión y la vista. No es un programa, no es algo forzado, es una cultura, y con el empleado que hables te lo va a demostrar. Xerox tiene un discurso sólido, están convencidos de que la tecnología aplicada a los servicios es una de las patas claves para la superación profesional; la otra, la de índole personal, tanto cuando nos referimos a la empresa como organismo como a cada uno de los miembros de su equipo, está cubierta con una cultura intrínseca de la que se sienten orgullosos: preocuparse y ocuparse por el medio ambiente y la comunidad en la que está inmersa cada filial. Los proyectos que llevan adelante como equipo tienen la virtud de conllevar un hacer más que un dar, porque cualquiera que haga servicio comprenderá que el hacer provoca una alegría diferente en el espíritu, proyecta un compromiso superior. Esta reflexión parece un tanto filosófica, pero es tan básica y concreta como los valores que la mayoría de las empresas buscan inculcar en sus equipos.

Ezequiel Bardás (42 años)

  • Colegio: Marín.
  • Universidad: Licenciado en Comercialización por la UADE.
  • Posgrados: MBA. Universidad del IADE.
  • Idiomas: Inglés.
  • Hobbies: El rugby, jugué en el CASI y ahora entreno a mi hijo en BA.
  • Tu mayor logro: En lo personal, mi familia (mi mujer, Verónica, y mis hijos, Camila, Joaquín y Trinidad); y en lo profesional, la Gerencia General de Xerox Argentina.
  • El rasgo principal de tu carácter: El empuje, la perseverancia.
  • Persona viva que admiras: El Papa Francisco.
  • Tu personaje histórico favorito: Mahatma Gandhi.
  • Tu mayor atrevimiento en la vida: Haber hecho jumping en Australia; me tiré con los ojos cerrados y porque me empujaron.
  • Tu posesión más atesorada: Mi colección de cuchillos.
  • Si volvieras a nacer, qué cambiarías de tu vida: Nada.
  • Lo que aún te resta hacer en tu vida: No estoy en edad, pero me hubiese gustado jugar en Los Pumas; fuera de eso, otros objetivos pendientes irán surgiendo.
  • Momento y lugar en el que has sido más feliz: En el campo, sin duda alguna, en Gral. Alvear, el lugar de mi familia materna.